¿En qué tiempo estas?

Eclesiastés 3:1-8 “Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar; un tiempo para matar, y un tiempo para sanar; un tiempo para destruir, y un tiempo para construir; un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; un tiempo para esparcir piedras, y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse; un tiempo para intentar, y un tiempo para desistir; un tiempo para guardar, y un tiempo para desechar; un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser; un tiempo para callar, y un tiempo para hablar; un tiempo para amar, y un tiempo para odiar; un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz.”

Me pareció conveniente empezar con ese pasaje bíblico porque me ha ayudado a entender mejor cada proceso o cada situación que atravieso en mi vida y pensar en eso me llevo a hacerme esta pregunta ¿en qué tiempo estoy? Acaso estoy en tiempo de reír o en tiempo de llorar, estoy en tiempo de plantar o cosechar, o como se si estoy en tiempo de intentar o de desistir… Sinceramente no lo sé, pero lo que sí sé que todos esos tiempos tienen una razón de ser y dejan enseñanzas en mi vida, si sé que sentir “paz” es el primer indicio para saber que estoy haciendo lo correcto, también sé que cuando me estanco en un tiempo y no suelto lo que debo soltar o no dejo lo que debo dejar es más que evidente que todo a mi alrededor empieza a colisionar, algo que también he aprendido es que los tiempos se pueden alargar o acortar y todo depende de ti, de lo rápido que aprendas. Cada lagrima, risa, bienvenida, despedida, cada “te quiero”, cada sueño, cada persona y cada cosa con la que te topes diariamente tiene una razón de ser, no existen casualidades, existen causalidades y propósitos, todo tiene su tiempo y está en ti reconocer cada uno de ellos.

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